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ImpermeabilizacionesImpermeabilizaciones
Para la protección frente a la humedad, en el caso de cubiertas planas, es fundamental la disposición de una capa de impermeabilización. También lo será si la cubierta es inclinada y tiene una baja pendiente o el solape de las piezas de protección o acabado es insuficiente.
La capa de impermeabilización puede estar constituida por:
– Láminas: de materiales bituminosos o bituminosos modificados, PVC, caucho, poliolefinas, etc.
– Productos líquidos: resinas sintéticas, polímeros acrílicos, caucho acrílico, resinas acrílicas, etc.
Las láminas en cubiertas inclinadas deberán ir fijadas al soporte, mientras que en cubiertas planas con capa de protección pesada (como baldosas cerámicas, de piedra u hormigón) y uso peatonal, podrán disponerse no adheridas (salvo en los puntos singulares), para independizar la lámina del soporte y mejorar así la absorción de movimientos estructurales.
En cualquier caso es fundamental un adecuado diseño y ejecución de la impermeabilización, en especial en los puntos singulares, como es el encuentro con los paramentos (en los que la entrega de la lámina quedará protegida con un zócalo, perfil metálico, etc.) y el encuentro con los sumideros, ya que los fallos de estanquidad más frecuentes se producen en estos puntos.
Para una mayor durabilidad de la estanquidad de la cubierta debe hacerse una elección adecuada del tipo de impermeabilización, espesor, compatibilidad físico-química con los otros componentes de la cubierta, y su posición entre los componentes de la misma.
En condiciones de severidad climática alta, se recomienda disponer la impermeabilización bajo el aislante térmico, que es lo que se denomina cubierta invertida, ya que el aislante ofrece protección térmica a la impermeabilización, disminuyendo sus deformaciones por dilatación y contracción, y aumentando su durabilidad.
En general, es conveniente conocer la durabilidad de todos materiales que conforman la cubierta, pero en especial la de la capa de impermeabilización, puesto que va a determinar la vida útil esperada de la cubierta, a partir de la cual puede ser necesario realizar una intervención para devolverle la estanquidad.